¿Qué pasa?

No voy a hablar de la resaca que se tiene después de beber, ni de la de la marea, sino de ese sentimiento que se tiene cuando has pasado un día fantástico, con tus amigas, con tu familia o con alguien que te hizo pasar un día inolvidable y al final se acaba. Sientes como un cosquilleo en la barriga y después no sabes si llorar o reír, te duele todo y sólo piensas negativo, y sobretodo si al siguiente día tienes colegio o algo incluso más irritante (lo dudo pero todo puede ser). Te dan ganas de parar el tiempo, aunque a mi me dan ganas de pararlo muchas más veces que en este caso. El caso es que, cada vez que pasamos un buen rato o nos divertimos mucho después somos tan avariciosos que queremos más y más, y no sabemos aprovechar el momento.